Cuando un animalito no se queja

Recuerdo la primera vez que te vi; tan chiquito y juguetón. Tan bonito.

Hoy tienes ya 9 años y verte enfermo me parte el alma. 

Quisiera que tu dolor de cadera sea sólo un calambre y no la tan temida displasia.

Quisiera que no tengas tumores y sea sólo una infección, no quiero verte sufrir en quimioterapias, no lo mereces hijito.

Ayer te tuvimos que cargar y amarrarte para que te puedan revisar y sacarte muestras de tu nariz. El día Miércoles sabremos si es una bacteria, de lo contrario, necesitarás de una biopsia.

Quiero creer que es una bacteria, quiero creer que lo de tu cadera es un simple calambre.

Tengo fe en mi Divino Niño y en San Martin de Porres que amó tanto a los animales. 

No quiero que sufras! Cómo te quiero!

Palabras oscuras

Hace dos días exactamente escuché esto: "Las palabras duelen sólo cuando te importa quien te las dice". Yo diría cuando quien te las dice, es alguien a quien quieres. Bueno da lo mismo.

Duele cuando aprecias a alguien y siempre te enteras por terceras personas que están hablando a tus espaldas.

Peor con indirectas que te demuestran que tu alegría, no siempre será compartida como sí lo hará tu mamá o tu papá.

Como me gustaría que estuviera mi papá y contarle todas estas cosas y escuchar un consejo de él.

Bueno me voy a la cama, decepcionada en cierta parte pero más triste porque quisiera comprender.