Las mentiras me rasparon
las rodillas, me electrocutaron, me
arrancaron el cabello, me arrancaron las uñas, me mutilaron los pies y deje de
andar. Las mentiras fueron perdonadas y mi cuerpo quedó mutilado pero seguía, o al menos lo intentaba. Luego de tanto andar ya no pude más, y lo dejé para curar mis
heridas, para poder encontrar mis pies mutilados, para recoger cada cabello que se había caído, para esperar que mis uñas volvieran a crecer, para que mis
rodillas cicatrizaran, para no volverme (más) loca. Sé que se burlaron de mis lágrimas que caían todos los días y su cómplice se atrevió a subir
un video en Youtube con mis fotos maldiciéndome. Hoy se quién fue y ha osado a continuar con ella. Seguro la luna llena lo vio todo. Hoy nada tiene negación, se
toda la verdad pero felizmente mi cuerpo ya está completo y puedo caminar,
correr, arañar, mover mi cabellera al ritmo de James, arrodillarme para saciar
mis placeres y puedo gritar que hoy brillo por luz propia y creo en el karma.
Cambié y me gusta como soy. Lloré pero ahora solo logro sonreír. Nada quedó de esa chica debil. Ya no maldigo, ya sabes... You get what you give..
Hoy vino mi amiga a visitarme y me contó que su esposo la maltrata, la humilla, y que ha llegado a golpearla. La verdad es que quería llorar de cólera y decidí, después de hablarle fuertemente, hacer lo que me más gusta cuando estoy pensativa: Escribir.
Las palabras y acciones pueden herir en lo más profundo de nuestro ser y, eso, algunos hombres no lo saben y van aniquilando cualquier sentimiento.
Sólo queda orar por ella.
Hoy vino mi amiga a visitarme y me contó que su esposo la maltrata, la humilla, y que ha llegado a golpearla. La verdad es que quería llorar de cólera y decidí, después de hablarle fuertemente, hacer lo que me más gusta cuando estoy pensativa: Escribir.
Las palabras y acciones pueden herir en lo más profundo de nuestro ser y, eso, algunos hombres no lo saben y van aniquilando cualquier sentimiento.
Sólo queda orar por ella.